Alicio Solalinde - Leyenda del Club Olimpia

LEYENDAS DEL CLUB OLIMPIA

ALICIO SOLALINDE



"Hice el primer gol, de penal, cuando arranqué desde la media cancha rompiendo el achique del Malmo. Entré con pelota dominada y cuando iba a rematar me hacen un penal, yo mismo pateé. Después nos empatan y el segundo gol de Olimpia lo hace Miguel María Michelagnoli, luego de un centro mío". Así describe Alicio Solalinde la final de la Copa Intercontinental que ganó Olimpia en 1980, ante el Malmo sueco, en Asunción.

Arrancamos con esas palabras para dar el contexto histórico de qué es lo que significa este señor para el Club Olimpia. Solalinde es uno de esos futbolistas que han caído presos de un amor profundo por el Olimpia, al cual ha defendido durante años y quien siempre está dispuesto a acudir a ayudarlo ante el primer llamado. Como pocos, Alicio –como lo llaman los amigos– puede confesar que nunca se negó a trabajar en el equipo de Para Uno, en las buenas y en las malas. Siempre estuvo y sigue estando.

 Pero la vida de este hombre, nacido hace casi seis décadas en Villeta, tiene más capítulos en su carrera. Solalinde surgió como jugador profesional en los Jardines del Kelito, sobre el gramado del River Plate del barrio Mburicaó, que en este 2011 cumplió 100 años de fundación.

Como futbolista ganó 11 títulos (Copa América, Copa Interamericana, Copa Libertadores, Copa Intercontinental, un Sudamericano Sub 20 y seis campeonatos locales con Olimpia) y disputó 12 finales, siendo parte del recordado hexacampeonato ganado por el equipo franjeado desde 1978 a 1983, tras lo cual vino el justo mote de Rey de Copas.


 El gran futbolista, hoy convertido en un experimentado entrenador, abordó su vida y confesó vivencias a lo largo de estos años que ha vivido y lo sigue haciendo, gracias al fútbol. LOS AÑOS DE GLORIA CON EL OLIMPIA "La verdad, mi paso al Olimpia fue toda una novela.

Yo tenía todo acordado con Olimpia en el '77, pero hubo una pelea entre el presidente de River, el señor Scavone, y Osvaldo Domínguez. Estaba todo, pero en la última reunión se enojaron, no se hizo y al año siguiente Olimpia vuelve a insistir. Lo recuerdo bien. Me citaron a la oficina del Dr. Pallarés con la presencia de Osvaldo Domínguez y ahí se cerró mi pase al Olimpia", destacó Solalinde.

El futbolista tendría seis años de puro éxito en el equipo franjeado, donde literalmente ganó todo lo que un futbolista podría desear en ese entonces. Alicio ganó once finales de las doce que disputó en toda su carrera, obteniendo nueve títulos con el Club Olimpia y dos con la selección paraguaya, un sudamericano Sub 20 y una Copa América. "A nivel local jugué siete finales, de las cuales ganamos seis en aquel recordado hexacampeonato que se cortó en el '84 cuando perdimos con un gran equipo de Guaraní. Hasta ahora ningún equipo logró alcanzar un hexacampeonato de seguido.

 Además, ganamos la Copa Libertadores, la Copa Interamericana y la Copa Intercontinental. Gané la Copa América además, inolvidable", recordó. Al ser consultado sobre una situación que lo marcó, que hizo "clic" en su vida, Solalinde no olvidó los pasillos ni el estadio Alberto J. Armando, más conocido como la Bombonera, donde Olimpia dio su primera vuelta olímpica a nivel internacional. "Te puedo decir cuando ganamos la Copa Libertadores en la Bombonera. Nos tiraron huevos de todos lados, huevos podridos.

También nos tiraron monedas, antes y después del partido. Prácticamente terminamos celebrando en el vestuario. Una de las cosas que recuerdo, ellos vinieron primero a jugar acá y nadie les hizo nada. En la vuelta nos tiraron de todo, monedas... A Eduardo Fischer le rompieron la frente con una moneda. Fue importante ese partido, pero hubo otro (partido) en Cochabamba, que yo no jugué, pero según los compañeros pensaron que no iban a salir vivos de estadio", recordó. LA SELECCIÓN PARAGUAYA Solalinde afirma sin ruborizarse que una deuda pendiente en su carrera fue no haber disputado un Mundial de fútbol y, por circunstancias de la vida, no haber sido transferido al fútbol internacional.

 Pero ha logrado dos campeonatos con la Albirroja: un Juventud de América en 1970 y la Copa América de 1979. Además, estuvo a punto de clasificar a Paraguay para el repechaje de 1993 ante Australia, que no pudo ser tras un empate ante la selección peruana en Lima. "En aquel entonces no había tanto profesionalismo como ahora, que uno puede asegurar su vida con un buen contrato. No había fabulosos contratos, pero nos preocupábamos mucho por mejorar. Yo, particularmente, no busqué sobresalir en el exterior, cuando eso no pasaba por mi cabeza, solo en Olimpia y en la selección. Tuve ofertas de España y Uruguay, pero no se pudo dar, fue cuando estaba en River, pero no se concretó", detalló el DT. Por Didier Cristaldo para Diario ABC

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